Capítulo 454

Andrés aún tenía una sonrisa en la comisura de los labios y en la mirada. Su voz grave y magnética llegó suavemente desde lo alto de la cabeza de Luisa: —¿Por qué has dejado de besarme? —No quieres besarme —La voz de Luisa sonó fría. Ella pensó que, al obligarlo a esconderse en el dormitorio hacía un momento, en realidad le había hecho pasar un mal rato, así que quiso acercarse y alegrarlo, pero después de besarle varias veces, él no respondió. Ya que él no lo apreciaba, besarlo más no tenía sentido para ella. Andrés arqueó una ceja. —¿He dicho yo que no quiero besarte? Luisa infló las mejillas, protestando con enfado: —Entonces, ¿por qué no reaccionas en absoluto? Ni siquiera me respondes. Andrés soltó una risa baja. —No sueles tomar la iniciativa de besarme. Lo estaba disfrutando. Luisa resopló con frialdad y giró la cabeza, ignorándolo. Andrés sonrió. —¿Estás enojada? Ella siguió girando la cabeza sin responder. La expresión de enojo era muy evidente en su cara. Luisa no le hizo cas