Capítulo 463

Andrés inclinó levemente la cabeza, su mirada afilada como una cuchilla. —Tu disculpa carece totalmente de sinceridad. Araceli, aterrorizada, rompió en llanto y, llorando, le dijo a Luisa: —Me equivoqué, señorita Luisa, de verdad me equivoqué, por favor, te lo suplico, perdóname, lo siento, no debí difamarte ni humillarte públicamente. Te ruego que me des una oportunidad para corregir mi error. La mirada de Luisa era helada. —Publica una declaración de disculpa de tres mil palabras en todas tus plataformas sociales, mantenla fijada durante un mes, y págame quince mil dólares en concepto de indemnización por daños emocionales. Araceli palideció y su expresión mostró cierta reticencia. —Señorita Luisa, tengo cientos de miles de seguidores en mis redes sociales. Normalmente, me mantengo con los ingresos de la publicidad. Si hago pública esta situación, mi imagen se arruinará... —¿Así que no estás dispuesta? —Luisa la miró fríamente. Araceli mordió su labio inferior, adoptando una expresió