Capítulo 465

Los tiburones tigre y los tiburones blancos, de carácter feroz, podían atacar a los seres humanos, pero normalmente no se los comían. Sin embargo, muchas personas en la escena no conocían este comportamiento de los tiburones y creían que todos los tiburones eran devoradores de hombres. Por eso, la multitud de espectadores se mostraba emocionada y exaltada, gritaban y vociferaban, y el ambiente era caótico. Cuanto más cerca nadaban los tiburones, más fuertes eran los gritos de la gente, y mayor era el miedo de Pedro. Andrés, al ver que Luisa había intervenido y que ya había logrado su objetivo de castigar a Pedro, asintió levemente y dijo: —Está bien. Mandó que bajaran un pequeño bote inflable y chalecos salvavidas, soltó una cuerda y ordenó a dos guardaespaldas que sacaran a Pedro del agua. Desde que fue arrojado al mar hasta que lo rescataron, apenas habían pasado unos minutos, pero Pedro había sufrido física y mentalmente. Sintió que acababa de rozar la muerte. Incluso después de ser