Capítulo 470

Marcela sonrió y preguntó: —¿Quién es el as de corazones? Andrés se puso frío. Fabiola apretó los labios y mostró sus cartas. La habitación se volvió aún más silenciosa. Andrés mantenía la cara levemente arrugada, mirando fríamente a Fabiola. Los demás sintieron la ira de Andrés, y nadie se atrevió a hablar. De pronto, Luisa soltó una risita sarcástica. Mirando a Marcela, en sus ojos brillaba una frialdad aguda. —La señorita Marcela sí que sabe elegir, ¿eh? Marcela hizo una mueca y le sostuvo la mirada a Luisa con una sonrisa. —Sólo fue una coincidencia. Fabiola miró a Luisa con incomodidad. —Luisita, lo siento, mi amiga no sabía que ustedes ya se habían reconciliado. Me disculpo en su nombre. Luisa no ocultó su expresión de desagrado. —No parece que la señorita Marcela tenga la más mínima intención de disculparse. Marcela dijo: —Fabiola, ¿por qué te disculpas con ella? No hicimos nada malo. ¿Acaso no estábamos jugando un juego? ¿Todos pueden jugar menos ella? Fabiola también endureció