Capítulo 12

Cuando Andrés se fue, coincidió exactamente con el final de su boda con Marta. Y, a su vez, coincidió con el comienzo del matrimonio de Marta con Cristian. Las luces se atenuaron y Marta salió al vestíbulo para esperar su turno. El maestro de ceremonias anunciaba la entrada de los novios con una voz llena de felicidad, pero en el interior de Marta no se producía ninguna emoción. Para ella, la boda no era más que otra colaboración ordinaria, lejos de ser un acontecimiento vital. Después de todo, ella ya había dejado de creer en el amor hacía mucho tiempo. Cuando era niña, casi todo el mundo a su alrededor decía que sus padres eran el uno para el otro. Habían vivido durante diez años en un apartamento alquilado con goteras, y no era la primera vez que se humillaban para conseguir un contrato. El día en que la empresa salió a bolsa fue también el séptimo cumpleaños de Marta, y sus amigos y familiares decían que la familia Herrera estaba a punto de ver la luz al final del túnel. Pero, mien