Capítulo 16

En ese momento, alguien llamó a la puerta del hotel. Marta se levantó con cautela y abrió la puerta, encontrando a Felipe, el amigo de Cristian. Al ver a Marta, Felipe sonrió tan ampliamente que casi no se le veían los ojos. —¡Jefa Marta! Cris me dijo que todavía tienes heridas, así que me pidió que viniera a cuidarlo. Puedes irte a descansar. Marta intentó rechazarlo, pero Felipe ya se había metido dentro, y hábilmente le dio una pastilla de vitamina B a Cristian. Marta arrugó a frente. —¿Cristian bebe mucho cuando está en el extranjero? Felipe se detuvo por un momento. —No, para nada. Cris no es un bebedor; solo bebe cuando tiene problemas. Marta sabía que él no había dicho toda la verdad, pero como Cristian había decidido ocultárselo, ella tampoco quiso seguir preguntando. El ligero sentimiento que acababa de nacer en su corazón volvió a caer en el frío absoluto. Lo que más odiaba era que le ocultaran cosas, especialmente su pareja. Primero, el hijo ilegítimo de Leonardo tenía casi