Capítulo 26

Marta eligió renacer a través de la ruptura. Antes de que Andrés se acercara a ella, Marta tomó la lámpara de la mesa y la rompió con fuerza contra la mesita de noche, luego la puso contra su propio cuello. —Si das un paso más, me suicido. La expresión enamorada de Andrés se volvió fría. —Marta, ¿acaso sigues esperando que Cristian venga a salvarte? —Te diré la verdad, antes de llevarte provoqué un accidente de auto. Ahora, seguramente ya no queda ni rastro de él. Marta sintió un frío que le recorría todo el cuerpo. —¡Andrés, realmente eres tan malvado que me das miedo! La sonrisa en los labios de Andrés desapareció. Quiso acercarse, pero al ver en los ojos de Marta una determinación casi suicida, se rindió por completo. Sonrió como un demonio. —Martita, acepta la realidad, Cristian fue derrotado por mí. Siempre será el perdedor. Andrés se dio la vuelta y se marchó. Marta no se atrevió a moverse, tampoco a beber agua ni a comer. Solo se acurrucó en la cama para conservar sus fuerzas. U