Capítulo 44

El resto del día Vivianna se sintió de mal humor debido a lo que había ocurrido. Además, aún tenía que diseñar el anillo, lo que la hizo sentir aún peor. Cuando dio la hora de salida, la mujer condujo el auto de regreso al palacio. La verdad era que no tenía ganas de volver, pero su hijo estaba ahí. ¿Adónde más podría ir? ¡Iría a donde quiera que él estuviera! El castillo de la familia Giltstone se ubicaba en medio del bosque y las luces que iluminaban sus paredes lo hacían lucir de un color dorado. Cuando Vivianna entró, un pequeño se le acercó corriendo. Menos de un segundo después, la abrazó por la cintura y dijo con dulzura: "¡Mami, mami, has vuelto!". La madre se agachó, lo sostuvo en sus brazos y le dio un beso en la mejilla. Augustine, quien lo estaba viendo todo desde el segundo piso, tenía una expresión indecifrable en el rostro. No tenía idea de como debía sentirse. Cuando el hombre volvió de su paseo con Zeph, leyó los documentos nuevamente. Resultó que la noche en que se ha