Capítulo 108

—¡Me niego! Marta apretó los dientes mientras hablaba. La mordedura estaba en un lugar demasiado incómodo, y la idea de que un hombre succionara el veneno le resultaba inaceptable. —Negarse no es una opción. ¡Quítate los pantalones tú misma! —dijo Carmen con voz firme. —Señorita Carmen... Marta, visiblemente conflictuada, exclamó: —Prefiero morir antes que dejar que me toque. ¿Tocarte? Alejandro quedó atónito. ¿Después de todo mi esfuerzo para ayudarte con el veneno, así es como lo interpretas? —Está bien, que muera entonces. De todas formas, tampoco quiero hacerlo. Alejandro también deseaba no tener que tratarla, incluso si extraía el veneno de la serpiente, aún así sufriría dos días. Al ver que Alejandro se negaba, Carmen le rogó: —Alejandro, por favor, salva a Marta. Te lo suplico, Alejandro... Empezó a rogarle de tal manera que Alejandro se sintió incómodo: —Está bien, basta. Lo haré una vez más por ti. Carmen se alegró y luego miró fríamente a Marta. —Señorita Carmen... —Marta se