Capítulo 130

Alejandro estaba tan apretado que casi no podía respirar. No sabía qué le había dicho Leticia a Carmen para que estuviera tan emocionada. —¿Cómo vamos a volver? —preguntó Alejandro, mirando la carretera desierta. —Vamos a caminar de vuelta. Carmen, tomando de la mano a Alejandro, con una sonrisa radiante en su rostro. Caminaron así, tomados de la mano, mientras Carmen saltaba de alegría como una niña pequeña. —Ah, por cierto, aquí tienes la receta del antídoto. Puedes empezar la producción en masa. —dijo Alejandro, entregándole la receta. Carmen la tomó y la miró detenidamente: —Esta es la receta para desintoxicar a Marta. —Sí, el antídoto funciona muy bien. En el futuro, podría convertirse en un producto estrella de Farmacéutica Estelar. —Alejandro, nunca pensé que serías un hombre tan considerado, preocupándote por mis asuntos. —dijo Carmen, sosteniendo la receta con sus grandes ojos llenos de alegría. Alejandro se quedó un poco aturdido; los ojos de Carmen eran realmente hermosos,