Capítulo 133

¡Ni lo sueñes! Esa frase golpeó a María como un martillo, haciéndola temblar violentamente. Miró a Alejandro por un largo tiempo antes de poder hablar: —Alejandro, no sabía que tu resentimiento hacia mí era tan grande. Alejandro soltó una risa irónica, deseando poder abrir la cabeza de María para ver qué estaba pensando. Ella había causado la muerte de su hija, y ni en cien años, ni aunque se convirtiera en cenizas, su resentimiento hacia ella desaparecería. En el pasado, su hija no nacida lo era todo para él, era su único sostén. Incluso había dejado atrás antiguas rencillas para convertirse en un Alejandro que daba todo sin esperar nada, solo esperando el nacimiento de su hija. Desde ese momento, solo quería ser un buen padre, no el líder respetado por todos. Pero María destruyó todo eso. —Alejandro, te odio, ¡te odiaré para siempre! María gritó con fuerza. —Alejandro, no necesito tu ayuda, puedo superar esta crisis por mí misma. —¡Haré que te arrepientas, solo espera! María s