Capítulo 172

Ana agitó la mano, diciendo con enojo: —Hace unos días, cuando el jardín de hierbas de María enfrentaba una crisis, ella acudió a Alejandro en busca de ayuda. ¡Ese sinvergüenza no mostró ningún agradecimiento y no extendió una mano amiga! —Y ahora, con María habiendo superado la crisis, quiero ver la expresión en su rostro. ¡Además, tengo que darle una lección, abofetearlo hasta dejarle la cara hinchada! Cada vez que se mencionaba a Alejandro, Ana sentía un profundo rencor. No solo por esta situación, sino también por el incidente en la casa de Francisco, donde Alejandro la había abofeteado públicamente en las nalgas. Reveló que ella había robado la fórmula, dejándola en vergüenza y sin poder levantar la cabeza frente a la familia Fernández. Ana nunca había tenido la oportunidad de vengarse de esto. —María, llama a ese sinvergüenza y dile que venga de inmediato, ¡cof, cof, cof...! Ana no había terminado de hablar cuando empezó a toser violentamente, su rostro pálido se puso rojo. María