Capítulo 188

Dicho esto, Tomás aplaudió. Detrás de la pantalla emergió una mujer con el cabello recogido, facciones pintorescas y extremadamente bella, vestida con un vestido largo y ajustado. Avanzó lentamente, moviéndose con una gracia y elegancia tan ligeras como las de un cisne blanco, cuya actitud y porte eran dignos de admiración. Alejandro quedó completamente maravillado, impresionado por su belleza. Sin embargo, pronto volvió en sí, sintiéndose ligeramente sorprendido en su interior. ¿Cómo es que Tomás también había arreglado para que Lourdes viniera? —Señor Alejandro, Lourdes tiene una gran habilidad para preparar café. La convencí de que viniera a preparar café y charlar con usted. Supongo que no se aburrirá. Tras decir esto, Tomás salió sonriendo de la habitación para recibir a la gente de la familia Torres. —Tu padre es realmente increíble en esto de recibir invitados, café y belleza, solo pensar en ello es embriagador. —dijo Alejandro con una risa. —Comencemos, Señorita Lourdes, p