Capítulo 69

Era evidente que Carmen era una mujer con un gran sentido del estilo; cada vez que Alejandro la veía, quedaba deslumbrado. Junto a Carmen, se encontraba Marta con una carpeta en la mano. Además, estaban acompañadas por cinco o seis guardaespaldas, quienes mostraban expresiones preocupadas. A juzgar por su vestimenta, parecía que se dirigían al trabajo, pero algo les hacía rodear el coche. —¿Qué sucede? —Alejandro se acercó rápidamente. Al ver a Alejandro, Carmen hizo un gesto para que los guardaespaldas se retiraran. —Alejandro, ven a ver esto. Carmen señaló hacia su propio vehículo, ese coche de lujo, con una expresión de cierto temor. Alejandro se acercó y observó que el asiento del conductor estaba cubierto de pequeñas serpientes, apretadas y repugnantes, lo cual le erizó la piel. Una de ellas incluso había subido al volante, asemejando una decoración en forma de serpiente, pero con su cabeza levantada y sacando la lengua roja, demostrando que era una serpiente viva. Al inspecc