Capítulo 66

Diego no respondió, pero con su expresión revelaba mucho. José levantó discreto el pulgar. Él había dicho que, aunque el plan fallo, Diego no pareció estar preocupado, evidentemente tenía un as bajo la manga. Todos en Puerto Soleado sabían que Ramón y la familia Sánchez tenían una relación bastante conflictiva; padre e hijo solo discutían y se enfrentaban cada vez que estaban juntos, hasta que Fernando, exasperado por el neurótico temperamento de Ramón, finalmente lo echó de casa. Ramón se marchó sin mirar atrás, empezando a manejar su vida por su cuenta. —Mantén a Ramón bajo estricta observación estos días, quiero saber todo lo que hace. —Diego instruyó a su asistente Javier, quien estaba al volante. —Entendido señor. —Respondió obediente Javier, el asistente. Después de esperar casi cinco minutos, Diego finalmente le indicó que condujera lejos. Silvia, ajena a todo esto, pero consciente de que tanto ella como Ramón quizás estaban siendo vigilados por Diego, al menos por ese día. Al l