Capítulo 45

Punto de vista de Regina A la mañana siguiente, desperté sola en la cama. Bostecé, me estiré y miré a mi alrededor, pero no había ni rastro de mi marido. Con calma, me levanté de la cama y busqué mi ropa. Me di cuenta de que mi vestido estaba sudado, así que fui directo al clóset y me puse una de las camisas de Percy. Salí del cuarto y comencé a buscarlo por el penthouse. Me dirigí a la cocina, pues escuché ruido allí. Apenas entré, me encontré a mi amado con un delantal. "Buenos días", lo saludé, un poco confundida. "Buenos días, palomita", respondió él, volteando a verme. "¿Qué haces?", le pregunté, con el ceño fruncido. "Preparándote el desayuno". "No imaginé que supieras cocinar", solté asombrada. "¿Por?", contestó con una mueca. "Tienes muchas empleadas que lo hacen por ti", le recordé. "Pues para su información, señorita, no hay nada que yo no sepa hacer". "¿De verdad?", lo provoqué, con la ceja levantada. "Sí. Ahora espérame en el cuarto. Te llamaré apenas el desayuno esté listo