Capítulo 75

Desearía que las cosas no fueran así. Deseaba, más que nada en el mundo, que fuéramos ideales el uno para el otro. Que pudiéramos darnos lo que ambos queríamos y necesitábamos. Pero tenía que dejar de hacer eso. Ya era hora de dejarlo ir. Incluso si era muy difícil de hacer, incluso si no sabía cómo vivir sin él, ya no podía ser su otra mujer. *Eres especial para mí, Regina. No puedo compartirte.* Al recordar estas palabras, supe exactamente lo que tenía que hacer para que se divorciara de mí lo antes posible. Tomé mi teléfono y llamé a Nicholas. "Hola, Regina. Que sorpresa tan agradable recibir una llamada tuya" dijo. Contuve mis lágrimas y murmuré: "¿Estás libre mañana? Me gustaría pasar por tu casa". "Sí... sí. Estoy libre". "¿A qué hora estarás en casa?" "Estaré en casa todo el día, puedes venir cuando quieras". "De acuerdo. Estaré allí al mediodía". Luego, con manos temblorosas, corté la llamada. ******************* Esa noche, me senté sola en el comedor a cenar. Percy llegaba tar