Capítulo 109

Diana sintió que su corazón se derretía ante la enérgica declaración de la señora Fulcher. Lo sabía. La señora Fulcher siempre estaría a su lado. Aunque la anciana era la abuela de sangre de Julian y Diana era una extraña, Diana siempre creyó que la anciana la ayudaría. Por eso había hecho aquella llamada. "¿Dónde está Julian?", preguntó la señora Fulcher mientras ayudaba a Diana a levantarse del suelo. La señora Fulcher miró los ojos hinchados y las piernas temblorosas de Diana. La furia la invadió casi de inmediato. Levantó el bastón, lo golpeó contra el suelo y gritó a los guardias de Julian con una voz que no podía ser más feroz: "¡Llamen a su amo en este mismo instante!". Los guardaespaldas no se atrevieron a ir contra ella, ya que antaño había sido una figura poderosa. Además, Julian era conocido por ser un hombre filial. Inmediatamente entraron en la sala. "¡Señor! ¡La señora Fulcher está aquí y está ayudando a la señora Diana!" Inmediatamente, Julian se estresó al oír