Capítulo 1137

Había un sentimiento profundo y persistente en sus ojos. Diana no podía dejar de mirarlos. No pudo evitar lamentarse, "Tener una cara bonita de verdad hace maravillas. Aunque rechazaste mi propuesta, no puedo seguir enfadada cuando veo tu cara". "No la rechacé", respondió Julian. Inmediatamente se arrodilló sobre una rodilla. Diana no tuvo tiempo de pensar en lo que estaba haciendo. Sorprendida, lo agarró del brazo e intentó levantarlo. "¡¿Qué haces enfrente de tantas personas?!". Julian permaneció en silencio; solo tenía ojos para ella. Se metió la mano en el bolsillo y sacó una caja de terciopelo. Dentro de la caja yacía el diamante rosa de incalculable valor. "Diana, cásate conmigo". Él nunca rechazó su propuesta. De hecho, era todo lo contrario. Escucharla sacar el tema por iniciativa propia le produjo una inmensa alegría. "No puedo dejar que me lo propongas tú primero", dijo Julian, con los ojos incluso ligeramente llorosos. "Sería demasiado injusto para ti". Así que l