Capítulo 161

Las trampas que Kayla ponía de vez en cuando eran de hecho la prueba de su amor por él. Era hora de hablar con Kayla como es debido. Eso era lo que Julian tenía en mente cuando se dirigió a su habitación, solo para encontrarla vacía. El corazón le dio un vuelco y sintió como si alguien le hubiera clavado un cuchillo. Le costaba respirar tanto como el día en que se enteró de que Kayla había desaparecido hace tres años. Su estado era tal que casi tropieza al bajar las escaleras. "¡¿Dónde se fue Kayla?!". "Regresó a la residencia Winnington, señor", respondió Albert con el rostro extrañamente pálido, sin atreverse a decir más de lo necesario. Julian sintió que le entraba aire en los pulmones al oír aquello y soltó un suspiro de alivio, desplomándose en el sofá. Era bueno que no hubiera desaparecido. Si algo le ocurría a Kayla por su culpa, se sentiría miserable el resto de su vida. Mientras sentía ansiedad y alivio, Diana lo observaba fríamente desde un lado. Se cruzó de brazos le