Capítulo 166

¡Esto es felicidad! Ese era el único pensamiento en la mente de Diana mientras agarraba sus utensilios y daba un mordisco a su pan recién horneado y un sorbo a su sopa de tomate agria. Se metió un trozo de pan en la boca y disfrutó del sabor mientras los dedos de los pies se le doblaban de satisfacción. Ay, sí que estaba delicioso. Agregó más pasta de tomate al plato para aumentar su acidez mientras comía. Aunque era raro agregar pasta de tomate, era lo único que aumentaba la acidez del plato. Además, era normal que las embarazadas tuvieran antojos y combinaciones de alimentos extrañas. Cuanto más comía, más hambre le entraba. Consiguió acabarse dos raciones de una sentada. Esta vez sí que batió el récord. Había pensado que le resultaría imposible terminar los dos platos. No esperaba que su apetito fuera tan bueno. Debía de ser porque había sido un día estresante tratando de esconder y soportar todo lo que Julian le había echado encima hoy. Ahora que la mayoría de las cosas se h