Capítulo 274

Ahora mismo, Diana no sentía tanta rabia por el incidente del almizcle de anoche. Aquel pensamiento le iluminó el rostro, e incluso le dio un respiro al caminar. Julian la miró con las cejas fruncidas. "¿Por qué pareces tan feliz de pedir disculpas?". "¡Cof, cof!". Diana se apresuró a borrar la sonrisa de su cara. "Nada. Acabo de terminar de tomarme la leche y me pareció más rica que la que probé antes. Me siento calentita por dentro". Pero, claro. Julian había dado instrucciones específicas a sus sirvientes para que cambiaran la leche ordinaria por leche fresca para las embarazadas. Incluso compró un prado y crió dos vacas en él. Lo hizo con el fin de proporcionar a Diana y a sus hijos nonatos leche de la mejor calidad que le diera tranquilidad. Por supuesto, también dio instrucciones a los criados para que rompieran los envases y almacenaran la leche en botellas de cristal blanco. Sin embargo, no esperaba que Diana fuera capaz de notar la diferencia. La cantidad de le