Capítulo 698

"Yo...". Diana abrió la boca, pero sus pensamientos eran un enredo. Oh, no. Parada frente a la pila de pasteles sin hornear que ya se convirtieron en un gran montón, se dio cuenta de que Julian estaba muy enojado. En cuanto a la superstición de comerse un pastel con una moneda dentro, no tenía ningún sentido. Pero... estaba furioso. No solo la esperó toda la noche, sino que tuvo la paciencia de escucharla divagar y terminar la llamada con ella. Cuanto más pensaba Diana en eso, más angustiada y ansiosa se sentía. Deseaba poder preguntar a los sirvientes de su casa: ¿Cómo puedo calmar a mi exesposo cuando está molesto? Necesito saberlo ahora mismo. Ella no sabía que Julian no estaba enojado. Estaba decepcionado. Decepcionado de Diana, del amor, de sus padres y de su abuela. Su corazón parecía marchitarse, incapaz de recobrar vida. Ni siquiera podía describir la horrible sensación. No quería ver a nadie y todo le parecía insignificante, incluso Diana. No quería adivinar por qu