Capítulo 887

Él claramente tenía a Cecilia en alta estima. Sue siguió bromeando con su hija. "¿Por qué eres tan tímida?". "¡Ya no te hablo!". Cecilia era como una niña pequeña, incapaz de soportar las miradas que todos le daban. Se levantó y corrió a su habitación. Justo después de cerrar la puerta, se dejó caer en la cama. Sentía que el corazón le latía como un tambor. Abrió la caja de joyas que contenía el collar de diamantes rosas y recorrió cada detalle con las yemas de los dedos. Cerró los ojos, como si intentara sentir el corazón de Julian. La cita una semana después... ¡La esperaba con impaciencia! El tiempo pasó rápido. En un abrir y cerrar de ojos, pasó una semana. Diana estuvo apurando el vestido durante los últimos días, y no durmió mucho. Se veía pálida y con ojeras. Julian no se burló de ella por parecer una vieja bruja, como solía hacer. Él tampoco se veía bien; su cara estaba oscura de una manera diferente a su aspecto habitual. Normalmente se veía puramente frío y desdeño