Capítulo 174

Esta vez, los aplausos fueron incontables veces más fuertes que antes. Era tan fuerte que ensordecía; era tan interminable que sonaba como olas. El aplauso se apoderó de todo el ayuntamiento como un tornado. ¡El Rey Lobo! Bajo el testigo de decenas de miles de sumerios, el Rey Lobo finalmente apareció. ¡Zas! El enorme foco brilló en la entrada y silenció toda la plaza al instante. Los aplausos cesaron tácitamente al unísono. Hace un momento, toda la plaza temblaba a causa de los aplausos, pero ahora, estaba tan silenciosa que se podía oír una aguja cayendo al suelo. Todos miraron hacia la entrada. Solo tenían un pensamiento en sus mentes: ver el aspecto del Rey Lobo y lo dominante que era. Se olvidaron de parpadear. Se olvidaron de respirar. Se olvidaron de todo. Sus ojos estaban pegados a la entrada mientras esperaban pacientemente, temerosos de perder el más mínimo detalle de la entrada del Rey Lobo. ¡Swoosh! Una figura apareció bajo el foco. El foco e