Capítulo 100

Casa de los Gutiérrez. Julia también estaba disparando. El "¡pum, pum, pum!" de los disparos resonaba gratis en la sala de tiro. Ni siquiera había colocado silenciador. Se podían escuchar sin reparo los disparos en toda la mansión. Ignacio estaba en el dormitorio entretenido jugando, en una partida clasificatoria de alto nivel; en esos partidos él era c un peón, no solo perdía siempre, sino que además al final del juego siempre lo reportaban. Lo bloquearon de manera oficial por veinticuatro horas. Arrojó el celular de repente, y con irritación se rascó la cabeza. —¡¿Cuándo va a parar todo esto?! Corrió enfurecido hacia la sala de tiro y, al ver que era Julia quien estaba jugando, calmó su enojo. —¿Ignacio, quieres jugar? —preguntó Julia sonriendo. El día anterior había tenido mucha rabia, y finalmente la había descargado. Ignacio se acercó con cautela a mirar el blanco; salvo el centro, el resto estaba lleno de agujeros. ¡Qué mala puntería tenía! Pensó esto en su mente, pero no quiso d