Capítulo 25

¡Pum! ¡Pum! ¡Pum! Cuando los golpes sordos hicieron contacto, todos los matones fueron derribados y ninguno de ellos fue capaz de mantenerse en pie después de un solo golpe de Frank. Y como un tanque con forma humana, continuó hacia Robin, que se quedó mudo de miedo. "¡D-Deténganlo!". Era una escena sacada directamente de una película de terror. ¡El hombre era igual que un perro rabioso! Aun así, cualquier matón que intentara detener a Frank sería empujado suavemente a un lado, con el brazo roto. Frank no tardó en llegar a Robin y lo tomó por el cuello. "Uf—". Ahogándose de inmediato, Robin soltó a Helen como instinto mientras con la otra mano se llevaba la mano a la cadera y sacaba una cuchilla. Mientras brillaba fríamente, gritó: "¡Muere!". "¡Cuidado!", Helen gritó y saltó hacia ellos, pero era demasiado tarde... Frank había agarrado a Robin por la muñeca en una fracción de segundo, ¡con la cuchilla a solo un milímetro y sin moverse en absoluto! ¡Entonces