Capítulo 256

¿Adrián siguiendo a Ignacio? ¿El gran jefe? ¿Apellido Pérez? En un instante, tantas ideas cruzaron mi mente. Ya había tenido sospechas antes y los había interrogado por separado, pero ambos lo negaron. Ahora que los he sorprendido en flagrante, ¿qué dirán? —¡Adrián! —lo llamé. Adrián e Ignacio, que estaban caminando, se detuvieron y miraron hacia donde yo estaba. En ese momento, estaba agachada junto al estanque de peces y parece que no me vieron de inmediato. Ignacio incluso llegó a tocar a Adrián: —¿Quién te llama? Me suena la voz... Pero antes de que terminara de hablar, Adrián ya estaba acercándose rápidamente. —Es peligroso aquí. —Extendió su mano, pensé que quería ayudarme a levantarme, así que le extendí la mano. Pero con un largo alcance de su brazo, sentí que todo mi cuerpo se aligeraba cuando me levantó, alejándome del estanque. —¿No venías a comer? ¿Qué haces aquí? —Adrián me preguntó al bajar. Entendió que estaba en el restaurante para comer. Con ese abrazo, desordenó