Capítulo 281

Aunque ya había superado mis sentimientos hacia Alejandro, eso no significaba que el malestar y el dolor hubiesen desaparecido. —Carmen, es increíble que tú, después de haber sufrido tanto, no digas ni una palabra. Esa casa se compró para ti, deberías haberla echado, ni siquiera se la daría a un mendigo para vivir. —María tiene un carácter muy fuerte y no tolera nada malo en su entorno. Supongo que esa es también la razón por la cual José mantiene buenos hábitos, además de amarla, probablemente también por miedo a enfadarla. Ya no tengo nada que ver con Alejandro, así que no hay necesidad de hablar más de esto, le aconsejé a ella: —María, ya es cosa del pasado. —No para mí, hoy mismo haré que alguien recupere esa casa. —dijo María, visiblemente enfadada. Sonreí levemente: —Aunque la eches de esa casa, Alejandro todavía puede comprar otra en algún lugar. Laura fue la intrusa, pero al final, fue Alejandro quien le dio la oportunidad. El verdadero problema es Alejandro, no Laura. —Él pued