Capítulo 92

¿Hijo de verdad? María lanzó una mirada fría hacia Javier. Replicó: —En el acuerdo de divorcio quedó escrito con absoluta claridad: yo no obtendría nada y rompía toda relación de madre e hijo con Javier. —¿Qué pasa, señor Alejandro, perdió la memoria? Esa frase cayó como una cachetada, directa y violenta, sobre Alejandro. En la mente de Alejandro surgieron recuerdos del pasado. Aproximadamente cuando Javi tenía dos años, su mano rozó sin querer la silla; solo se le puso roja una pequeña parte. María estaba desesperada buscando medicinas por todas partes... Y otra vez, cuando Javi se cayó de la silla del comedor, ella tuvo los ojos enrojecidos durante dos días seguidos, limpiándose las lágrimas a escondidas mientras lo cargaba a la espalda. Siempre que algo le ocurría a Javi, ella nunca lograba mantener la calma. Pero ahora, Javi tenía la muñeca magullada ¡y ella solo se preocupaba por otra persona! Alejandro bajó la mirada hacia el niño herido y, por su apariencia, parecía no ser hijo