Capítulo 13

—Eugenio, no bebas más. Eugenio seguía bebiendo sin cesar copa tras copa, y solo así lograba reprimir, aunque fuera por unos minutos, la inquietud que sentía en lo más profundo de su corazón. —¿Cómo pudo dejarme? —Julieta me amaba tanto. Los amigos de Eugenio, al verlo en ese estado tan lamentable, tampoco sabían cómo consolarlo, así que simplemente optaron por llamar a Elena. —Eugenio, no bebas más. Elena llegó a toda a prisa y le quitó la copa de las manos a Eugenio. Eugenio furioso la miró alzando la vista, y luego volvió a tomar la copa de las manos de ella. —No te metas conmigo. Los demás presentes en la sala privada, muy atentos, salieron de manera discreta, dejando el espacio solo para Eugenio y Elena. Elena, al ver a Eugenio en ese estado tan lamentable, barrió todas las copas de la mesa y las arrojó al suelo. El estruendo de las copas rompiéndose hizo al instante que Eugenio recuperara la mitad de su sobriedad. Elena nunca entendió por qué, si Julieta ya se había ido, era Euge