Capítulo 381

Austin, que también se había quedado dormido, se despertó con los gritos de Culver. En el terreno, los hombres que acudieron a ayudar enviaron a los dos heridos al hospital. El helicóptero se vació instantáneamente. Sólo quedaron Lucille y Joseph. Joseph parecía descansar con los ojos cerrados. No se movía en absoluto. Justo cuando Lucille estaba a punto de llamarlo, sus pestañas temblaron y abrió los ojos. La luz profunda en sus ojos era como un pozo sin fondo. Cuando miraba a alguien a los ojos, parecía tener un poder mágico que podía absorber a la gente. Lucille le recordó: "Vamos. Hemos llegado". "Sí." Él respondió, pero todavía no se movió. Lucille lanzó una mirada sospechosa a Joseph, preparándose para irse primero. Sin embargo, cuando se dio la vuelta, Joseph de repente le agarró la mano. "Bobo, ayúdame a levantarme". Cuando Lucille escuchó eso, inmediatamente le lanzó una mirada. Era como si estuviera diciendo: "No pensé que sería tan débil a una edad tan temprana, Sr. Joseph".