Capítulo 194

Vi que Damon me alargaba la maleta y yo la miré, confundida. Entonces, pregunté: “¿Qué es esto?” “Es para ti. Es un regalo”. Enseguida colocó la maleta en mis manos y yo la sostuve sin pensarlo mucho. “¿Qué clase de regalo es?” “¿Por qué me das esto? No hay algún motivo, que yo sepa…” A mitad de la frase, volví en mí. Mi corazón latió más rápido mientras preguntaba: “¿Te lo dijo Edward?” No había sonrisa en el rostro de Damon, solo oscuridad en sus ojos: “Mmm”, murmuró a modo de respuesta. Entonces se dio la vuelta para irse. Caminaba muy despacio, como si estuviera luchando con cada paso que daba, pero también como si esperara algo. Lo observé y sentí un escozor en los ojos. Antes de que pudiera reaccionar, ya había abierto la boca para llamarlo: “¡Damon!” Ya estaba a punto de doblar en la esquina del pasillo, pero se detuvo al escucharme. Por primera vez, no me miró. Simplemente, se quedó de espaldas y me dijo: “Si estás pensando en invitarme, no lo hagas”. “En realidad, yo…” Lo que