Capítulo 33

La atención de los presentes se dividía entre Alexia y Edward, mientras estos se miraban a los ojos. Por último, Alexia suspiró, miró hacia otro lado y les dijo: "Si ya hemos terminado aquí, me gustaría marcharme". Aaron se burló para sus adentros y pensó: “Quería traerla aquí, para que supiera cuál es su lugar. Pero no sé si hice lo correcto, a ella no parece preocuparle la atmósfera de poder”. Observó a Aaron, que estaba sumido en sus pensamientos, y recogió su bolso para marcharse. Se inclinó ligeramente y salió de la habitación. Inmediatamente, los demás movieron la cabeza para acercarse y susurrar a sus espaldas, pero inesperadamente, ella se volvió para pillarlos en el acto. Entonces dijo: “Me marcho, pero nada de mí se queda aquí. No quiero pensar en lo que dirán a mis espaldas” Al instante se separaron, haciendo que una sonrisa apareciera en su rostro antes de salir de la habitación. Al cerrar la puerta tras ella, se apoyó en la pared y se tocó el pecho, ya que su corazón latía