Capítulo 279 El hombre perfecto

Julia, con una voz sorprendentemente cambiada, señalaba a los dos. Mónica se cubrió los oídos, mirándola con desprecio. Sergio, que venía detrás, levantó su mano con naturalidad y le masajeó los oídos a Mónica. Observando sus interacciones, la expresión de Julia cambió repetidas veces. Indiferente a la mirada fría de Sergio, levantó la mano para jalar a Mónica hacia la habitación y llaveó la puerta. —Vamos, cuéntame, ¿qué pasa con Sergio? —¿Cuándo te acostaste con Sergio? Mónica: —... Viendo cómo su rostro se enrojecía cada vez más, Julia soltó una carcajada y se sentó a su lado, hablando en voz baja: —¿Cómo es el cuerpo del señor Sergio? ¿Tiene abdominales? ¿Cuánto tiempo puede durar? Mónica rápidamente le tapó la boca, con una expresión de vergüenza: —¿Qué estás diciendo? Solo compartimos la misma habitación, no ha pasado nada. Julia, con una mirada de incredulidad, retiró la mano de su boca: —Una mujer tan hermosa como tú tumbada allí, ¿y él no tiene ninguna reacción? Entonces realm