Capítulo 91

El hombre apuntó hacia mí con un cuchillo afilado; su mirada fría reflejaba una despiadada indiferencia hacia la vida humana. —Compórtate. Me enderecé y no me atreví a moverme. Durante el trayecto, no se molestaron en ocultar su conversación. Escuchando, logré juntar las piezas de lo que estaba ocurriendo. Este grupo había estado traficando mujeres y niños en secreto durante años. El líder era Pablo, el padre de Sebastián. Hablaron de sus clientes, personas dispuestas a pagar grandes sumas por una esposa, y algunas instituciones ilegales. Las mujeres hermosas generalmente eran vendidas al extranjero o a quienes estaban dispuestos a pagar un alto precio. Su influencia se extendía por toda la provincia y, con el aumento de los turistas en el pueblo en los últimos años, Sebastián comenzó a fijarse en los jóvenes viajeros solitarios. Antes de Raquel, habían capturado a varias jóvenes en la montaña. Su último plan fue usar a Sofía para atraer y capturar a Raquel, sin saber que esto les trae