Capítulo 99

Todo por los actos malvados de Sebastián que reescribieron sus vidas; ellas no hicieron nada malo, fueron arrastradas al infierno por un demonio, sin esperanza de redención. Actualmente, la policía todavía está investigando, y no se sabe cuántas víctimas más hay. Beatriz miraba en silencio a la persona en la cama, las lágrimas fluían sin poder contener el dolor. —Si no hubiera sido por este viaje de negocios, ni siquiera lo habría sabido... Me arrepiento de haberla dejado sola en Casa Pérez. Me acerqué un poco y le di unas palmaditas en la espalda para consolarla. Un dedo lleno de cicatrices se movió ligeramente, esos dedos torcidos parecían haber sido brutalmente fracturados y luego curados de forma anormal. Esa mano deformada atrapó las lágrimas de Beatriz. La voz de Raquel era tan débil como un susurro, sus párpados ligeramente levantados revelaron sus hermosos ojos empañados, y la máscara de oxígeno se empañó con el aliento de sus palabras. Beatriz se quedó paralizada en su lugar y