Capítulo 1765

Aún así, el miedo persistía. En este momento, Gerardo bloqueaba la puerta y no dejaba de llamar, lo que seguro haría que los vecinos comenzaran a sospechar. Esperanza tomó una profunda respiración y llamó a Gerardo. Se podía oír claramente el tono de llamada del celular de Gerardo desde afuera. —¿Podrías dejarme en paz? ¿Dejar de acosarme? —Esperanza mordió su labio rojo y luego hizo la demanda con firmeza. Gerardo sonrió con sarcasmo: —¿Crees que es posible? He estado esperándote todos estos años, ¿y ahora simplemente tan tranquila me pides que te deje y crees qué lo haré? —¿No te da miedo que llame a la policía? —Esperanza sabía que Gerardo no era una buena persona, pero no esperaba que no tuviera ningún límite. Gerardo rió de nuevo con frialdad: —¿Qué quieres llamar a la policía? Yo me atrevo a llamar, y tú ni siquiera te inmutas. Pero eso si te voy advirtiendo, si llamas a la policía, estás acabada. ¿Crees que Manuel puede cambiar la situación a tu favor? Una vez que la policía lle