Capítulo 1881

Sin embargo, ella también era consciente de que encontrar algo específico era tan difícil como buscar una aguja en un pajar. Este tipo de escenas callejeras eran tan comunes en la antigüedad. —¿Qué te gusta? Dime y lo compro para ti. —Dijo Bernardo al ver los ojos de Josefina brillar como estrellas mientras miraba extasiada a su alrededor. Todo lo que veía le parecía novedoso. Josefina sacudió por unos segundos la cabeza y dijo: —No compraré todavía, solo quiero mirar un poco más. Además, no hables constantemente conmigo, hay mucha gente aquí y pensarán que es extraño si te ven hablando solo. Bernardo sonrió y contestó con un "está bien". No le importaba lo que pensaran los demás, esas personas irrelevantes no significaban nada para él. No le importaba si pensaban que era un loco. Después de caminar por un buen rato, Josefina se detuvo justo frente a una tienda de postres. Mirando emocionada la tienda de postres delante de ella, parecía que no podía seguir caminando. Los postres eran d