Capítulo 1930

La voz hablaba con una firmeza que ella comenzó a oír con más claridad. Luego, poco a poco, abrió los ojos. Sus pestañas estaban mojadas de lágrimas y, al abrir los ojos, algunas lágrimas cayeron dentro, haciendo que parpadeara varias veces. Poco a poco, pudo ver con claridad a la persona frente a ella. —Bernardo... En los ojos de Bernardo había una profunda preocupación, pero su voz al hablar era de una suavidad y magnetismo extremos: —¿Acabas de tener una pesadilla? Él había estado allí un buen rato, había tocado a la puerta varias veces sin recibir respuesta alguna, temía que ella hubiera partido de repente, por lo que entró y la encontró dormida profundo. Parecía estar soñando todo el tiempo, hablando en voz baja en sueños. Ella no dejaba de llamar a papá y mamá. Él sabía que en su lugar, papá y mamá significaban padre y madre. Quizás estaba pensando en sus padres. Había intentado calmarla durante un largo rato, hasta que finalmente la despertó de la tristeza de su sueño. Por lo ge