Capítulo 1942

¿Un mendigo, en realidad se creía tan importante? ¿Dar su nombre para ver al señor Bernardo? ¿Acaso el nombre de un mendigo tiene tanta importancia aquí? ¿Cómo podría el señor Bernardo tener tiempo para ver a un simple mendigo? Josefina sorprendida echó un rápido vistazo detrás de Jacqueline. La puerta principal estaba cerrada con llave, y varios soldados custodiaban el lugar. Para entrar, era tan difícil como pasar una prueba. Además, ahora la detenían afuera. Al ver que Josefina seguía sin moverse, Jacqueline se enfureció: —¿Por qué sigues en este lugar como una estatua? ¿No entiendes lo que te estoy diciendo? El señor Bernardo en verdad no tiene tiempo para verte. Si fuera tú, me iría de inmediato. No sabía el por qué, pero tenía la intuición de que esa mendiga frente a ella representaba una feroz amenaza. Aunque al pensarlo en definitiva, le parecía algo absurdo. ¡Era solo una mendiga! ¿Podía compararse con ella? Josefina no dijo ni una sola palabra más y se dio la vuelta para cami