Capítulo 2014

Al escuchar esto, Josefina cambió bruscamente de expresión. Se levantó de inmediato con la intención de salir. Pero justo al llegar a la puerta, se detuvo en seco, sin dar un paso más. No podía salir precipitadamente, en ese momento, toda la Casa Castro estaba sumida en el caos, y si salía, podría causarle problemas a Bernardo. Además, aunque saliera, tampoco sería de mucha ayuda para Bernardo. Lo único que podía hacer ahora era no convertirse en una carga para él. Debía confiar, más que nunca, en que él sabría cómo manejar la situación actual. Regresó a su asiento y volvió a sentarse. Pero apenas lo hizo, sintió que no podía estar tranquila. La espera era realmente insoportable. Sin poder evitarlo, tomó unos sorbos de agua. Fue entonces cuando, de manera muy tenue, escuchó una voz que la llamaba: Josefina. Esa voz era de Ana, Ana la estaba llamando. —¿Mamá? Solo fue esa única vez que escuchó su nombre. Después, no oyó nada más. No pudo evitar esbozar una sonrisa amarga: —Parece que fu