Capítulo 581

Cuando la voz se apagó, Alejandro se levantó y salió del dormitorio con su ropa. Ana echó un vistazo hacia la puerta. La resaca hacía que su cabeza doliera aún más con las palabras de Alejandro. Por suerte, solo era una broma. No era verdad. Sin embargo... Alejandro siempre había sido muy capaz en cuestiones de estrategia, pero esta vez se equivocó. — En el camino al trabajo. Ana recibió una llamada de Beatriz, quien le contó algunas cosas que ocurrieron la noche anterior. Fue Alejandro quien la recogió. —No sabes, me quedé helada cuando llegó Alejandro, Anita, eres increíble, realmente parece que te ama mucho, deberías estar bien con él. Puedo sentir que Alejandro parece un gran iceberg que intimida, pero en realidad, se preocupa mucho por ti. Cuando te llevó en brazos fuera de mi casa, fue tan tierno, parecía un novio perfecto. Ana apretó el volante, sin explicarle a Beatriz. Después de todo, Beatriz también estaba borracha la noche anterior y no podía discernir si alguien era tierno