Capítulo 34: Casarse con ella

Un invitado se detuvo, reconociendo a la persona frente a él: —¡Secretaria Silvia! ¿Aún no te has enterado? ¡Hace un momento el señor Emilio y el Presidente Ángel estuvieron a punto de llegar a los golpes en público! Silvia quedó atónita. ¿Cómo era posible? Ángel siempre había sido tan sereno, ¿cómo podría discutir en público con su propio padre durante una fiesta ajena? —¿En serio? Otro invitado intervino rápidamente: —No, no, él está exagerando. Sería más preciso decir que se enfadaron, pero no llegaron a discutir. —Mira, allá, en ese lugar está el señor Emilio, hablando con la secretaria que acompañó al Presidente Ángel al banquete. Estaban hablando y de pronto llegó el Presidente Ángel, quien de inmediato colocó a la secretaria detrás de él y le respondió algo al señor Emilio, quien se mostró visiblemente molesto. —Por suerte, el Presidente Pablo intervino a tiempo y sugirió que subieran a discutirlo en privado. Después de eso, no sabemos qué pasó. Silvia frunció el ceño ligerament