Capítulo 41: Vas a pagarme

El taxista acertó. Ángel finalmente detuvo el auto frente al hotel. El Villa Mariposa también se ubica en el centro de la ciudad. No había razón para que Ángel no regresara a su casa y, en cambio, se hospedara en un hotel, así que solo había una explicación: la secretaria había aprovechado que él estaba borracho para actuar por su cuenta. Silvia pagó el taxi, bajó del vehículo y observó a distancia cómo la secretaria ayudaba a Ángel a salir del coche y entrar al hotel. No estaba segura de si la secretaria buscaba aprovechar la situación para ascender o si tenía otros motivos; solo podía seguirlos. Se hizo pasar por una huésped más del hotel y los siguió hasta la puerta de la habitación. Ángel, después de haber estado sentado en el auto, estaba completamente borracho debido al alcohol, tambaleándose y apoyándose casi por completo en la secretaria. Con su estatura de más de uno ochenta y su corpulencia, era difícil para la secretaria simplemente sostenerlo mientras caminaban y cerrar la