Capítulo 254

Ella dependía de él con todo su corazón y confiaba en él. Verla, tan lastimosa y vulnerable, hizo que el corazón de Robert temblara incontrolablemente. Mantener la postura de natación en el frío e insondable lago artificial mientras llevaba a una niña en brazos no era tarea fácil para un niño de doce años. Un movimiento en falso y ambos podían ahogarse. Robert ya había agotado casi todas sus fuerzas, pero seguía avanzando, decidido a llevar a Er Er a la orilla. Cuando finalmente llegaron a tierra... La niña que estaba a su lado estaba inconsciente. Estaba empapada y su rostro aún estaba manchado de tierra. Sin embargo, después de ser bañada por el agua del lago, Robert pudo distinguir vagamente el contorno de sus delicadas cejas, su piel pálida y sus labios. Sus labios… estaban cenicientos y sin color, su rostro una máscara de fría quietud. Parecía una estatua frágil, completamente desprovista de calor. Un dolor aplastante se apoderó del corazón de Robert y un temblor incontrolable se