Capítulo 1036

Roberto giró la cabeza y cruzó la mirada con Oscar, la atmósfera entre ambos era tensa. Él habló: —No importa lo caro que sea, eso no es un problema. Oscar soltó una risita. —Luego le pediré a mi asistente que se ponga en contacto contigo. Esa actitud arrogante dejaba en claro que no tenía a Roberto en consideración. Valentín, que estaba al lado observando todo, también se llenó de ira. Pero no dijo nada. Al fin y al cabo, solo Oscar podía hacer ese trabajo. Todavía no podía darse el lujo de ofender a Oscar. Alicia suspiró aliviada. Ya estaba decidido, y la señora Teresa también tenía una esperanza. En ese momento, Oscar la miró. —¿Tienes tiempo esta noche? Alicia le devolvió la mirada: —¿Pasa algo? Oscar sonrió. —No, solo que hace mucho que no vas a casa y todos te extrañan. Si tienes tiempo, podrías venir a cenar con nosotros. Al escuchar esto, Alicia sintió un rechazo instintivo en su interior. Vicente añadió. —Sí, Alicia, al final somos hermanos de sangre. Es cierto que hemos tenid