Capítulo 1056

Gabriela miró a Valentín un poco emocionada. —En realidad, mi madre siempre fue inocente, no he dicho nada incorrecto. —Estás loca de verdad. —Sí, estoy loca. Yo no lo paso bien, así que tampoco voy a dejar que ustedes lo pasen bien. Después de decir esto, Gabriela se marchó con una expresión triunfante; Lucía quiso decir algo pero, al final, la siguió. Alicia habló con furia. —No puedo aceptar que la condenen a cadena perpetua, quiero que muera, quiero que pague con su vida por la de mis padres. Roberto la miró. —Así será. Yago también lo prometió. —Alicia, tienes que confiar en mi capacidad, no te dejes influenciar por la opinión pública. Antes, cuando yo litigaba, también pasé por todo esto. Es cierto que tiene cierto impacto, pero ante las pruebas absolutas, nada puede afectar el resultado. Alicia sonrió amargamente. —Pero, ¿no es cierto que la pena de muerte es muy difícil de dictar? Ella también había estudiado leyes y sabía que alguien como Beatriz, cuyo crimen no era considerad