Capítulo 1336

—Por supuesto, somos buenas amigas. ¿Cómo no íbamos a tener esa complicidad? Alicia sonrió. —Por suerte, todo salió bien. Yalena, con lo que es, ahora está convencida de que todo el dinero ya fue transferido, así que se ha vuelto aún más descarada. —La verdad es que tuve ganas de enfrentarla, pero me contuve. Tarde o temprano recibirá lo que merece; la justicia se encargará de ella. Alicia asintió. —Exactamente, que sea la justicia quien ponga las cosas en su lugar. No debemos mancharnos las manos, porque nosotros vamos a tener una vida muy feliz. Alicia tomó la mano de Belén y la puso sobre la de Pablo. Luego dijo: —Bien, nuestro plan ya funcionó. Vámonos. Subieron juntos al auto. Alicia echó un vistazo a su alrededor. —La gente de Yalena aún nos está vigilando. Pablo, con semblante serio, añadió: —Vámonos. Lo único que pueden hacer es observarnos. Belén, un poco irritada, replicó: —No, quiero que le den una lección a Yalena. He aguantado demasiado y ya no pienso seguir soportando est