Capítulo 1533

Roberto miró a Aurora. —Mira si ese padre desalmado está ahí. Aurora enseguida empezó a mirar. Él continuó diciendo: —Cuando lo encontremos, yo lo reprenderé por ti y dudo que se atreva a responderme. Si se atrevía a responder, él lo aplastaría. Aurora observó emocionada durante un buen rato y, al final, suspiró. —No es ninguno. Él levantó una ceja. —¿No te habrás confundido? —No me confundo. Aurora se mostró muy seria y se sintió molesta por ser puesta en duda. Roberto asintió. —Está bien, entonces seguimos buscando. No hay muchos con estatus e identidad que además tengan la edad adecuada, buscando, uno por uno, lo encontraremos. De todas formas, él tenía mucho tiempo. Su vida, que antes era monótona, había ganado un poco de diversión. Él estaba dispuesto a acompañar a la niña en esa búsqueda. Roberto la miró. —Deberías contactar a tu hermano cuanto antes, probablemente esté muy preocupado. La niña asintió. —Lo sé. Él miró la hora. —En un rato te llevaré de regreso, todavía tengo asun